Cuando viajamos tratamos de ver en forma anticipada la manera de evitar retrasos. Recuerdo en una oportunidad, después de muchas horas de trabajo y necesitando descansar en forma urgente, venía viajando con mi esposa en nuestro automóvil y nos dirigíamos a nuestro hogar Cuando estábamos a pocos kilómetros de nuestro destino algunos manifestantes cortaron el tránsito por la ruta, por lo cual un trayecto que normalmente habríamos hecho en 40 minutos lo hicimos en 8 horas. Este fue un hecho triste y lamentable que no se le deseo a nadie, pero lo más triste y lamentable fue que unas horas antes alguien me había informado que esto podría suceder y que posiblemente me convendría hacer algún desvío por otra ruta, pero como no entendí muy bien lo que esta persona me decía y por vergüenza de preguntarle nuevamente a causa de que este buen hombre estaba ocupado, seguí mi camino como si nada y ese fue mi gran error… En la Biblia encontramos muchas referencias que nos hablan sobre allanar el camino, hacer sendas derechas para nuestros pies, en fin. … es como si se nos aconsejara, con relación al camino de la vida, a que dejemos de transitar por calles de tierra, con pozos, barro, etc., y que comencemos a pavimentar, a asfaltar nuestros caminos para avanzar más rápido y así lograr nuestras metas y nuestros sueños. Esto significa que es nuestra responsabilidad ver de qué manera podemos hacernos el camino más fácil, más rápido, porque algunos con las decisiones que toman, con la gente que frecuentan, con los consejos que adoptan para sí, lo único que están haciendo es entorpecer su avance y así complicarse la vida. Siempre tienes que pegarte a personas que eleven tu vida, no a aquellos que te tiran hacia abajo y te lastiman, debes poner especial atención con qué tipo de personas estas relacionado, porque el éxito a tu vida vendrá de mantener las relaciones correctas, es decir, de entablar tu amistad con aquellas personas que creen, alimentan y sostienen tus sueños. No solo debemos preparar nuestra vida de manera que el camino este despejado para poder avanzar sino que también es necesario preparar el camino para permitir que las cosas buenas vengan a nosotros. Existen dos maneras básicas para tratar de alcanzar tus objetivos, una es cuando decidís tu objetivo te esfuerzas y vas tras él, y otra manera es atraer tu objetivo hacia ti, es poner en práctica la ley de la atracción, es decir, preparar de tal manera el escenario de tu vida para que lo bueno de Dios venga hacia ti. Normalmente utilizamos el primer método, corremos tras nuestro objetivo, muchas veces intentando forzar las cosas, y terminamos cansados y frustrados. La mayoría vivimos ansiosos, y le damos la espalda a lo que tiene verdadero valor en la vida, gastamos gran parte de nuestro tiempo y de nuestras energías trabajando más, para ganar más dinero, para comprar más cosas y para hacer lo que supuestamente nos hará felices, al transitar por este camino algunos pierden lo más precioso de la vida, pierden la salud, agotan todas sus reservas físicas y emocionales y quedan reducidos a nada, otros pierden a su filia. Y si no la pierden se privan de los momentos más maravillosos que son su tiempo de calidad con sus hijos con su esposa o su esposo, en fin, este es un camino muy duro para alcanzar el éxito. Deuteronomio capítulo 28 enseña lo siguiente “…Acontecerá que si oyes atentamente la voz de Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová, tu Dios, te exaltara sobre todas las naciones de la tierra y vendrán a ti, y te alcanzaran, todas estas bendiciones, si escuchas la voz de Jehová, tu Dios… " Debemos permitir que lo bueno de Dios, sus bendiciones nos alcancen, la clave está en escuchar su voz, es decir obedecer sus mandamientos, hacer su voluntad, y permitir que él gobierne nuestra vida. Cuando queremos andar por la vida fuera de la voluntad de Dios, haciendo lo que a nosotros nos parece y no lo que Dios quiere, estamos cerrando el camino e impidiendo que la bendición y el éxito lleguen a nuestra vida. Supe la historia de un hombre al que llamaremos Juan, que todo le había salido mal en la vida, no había logrado tener nunca un buen trabajo, no pudo formar unas filia. , ya había pasado la barrera de los 40 y tantos años y se sentía un fracasado. Tenía un hermano que era exitoso pero que estaba enfermo y necesitaba en forma urgente un trasplante de corazón. Entonces Juan decidió terminar con su vida pensando que ya que en vida no pudo lograr nada bueno por lo menos en su muerte podría ser útil ofreciéndole el corazón a su hermano enfermo… Lo sorprendente y triste del caso es que Juan se quita la vida pero tardaron mucho tiempo en encontrar el cuerpo y para cuando esto sucedió ya era demasiado tarde para hacer un trasplante porque su corazón ya se había descompuesto… Ni en su vida ni en su muerte pudo hacer algo significativo, a pesar de tener buenas intenciones sin embargo nunca pudo lograrlo… algunos lo llaman mala suerte, otros nacer con mala estrella etc. Lo cierto es que hay muchos que andan por la vida tratando de sobrevivir, cansados de que todo les salga mal, y no encuentran una salida. ¿Qué tipo de cosas estas atrayendo hacia tu vida? ¿Cosas buenas, o cosas malas y negativas? ¿Te persigue el éxito, la paz, la prosperidad, la salud, o corre más rápido que vos y siempre te alcanza lo negativo, la depresión, la escasez, y la enfermedad? La única salida para este mal es Jesucristo, PORQUE EL QUE TIENE A CRISTO tiene vida abundante, porque es la vida misma de Dios, habitando en su interior, y cuando Dios vive en tu interior, las maldiciones que te frenaban son eliminadas. Acepta a Jesucristo en tu vida, abrí tu corazón a él, no esperes más, y comienza a obedecerle, estarás de esta manera despejando tu camino para que todo lo maravilloso de Dios venga a vos y a los tuyos, y aunque tengas que enfrentar dificultades, no vas a estar desprotegido, Dios estará de tu lado no te dejara ni te desamparara, porque siempre tiene cuidado de todos aquellos que entregan su vida a él. Cuando me aconsejaron desviar mi camino por otra ruta y así evitar retrasos e inconvenientes, yo no hice caso, tal vez por quedar bien y por no querer incomodar o molestar a otros para que me expliquen el asunto con mayor claridad, o sencillamente porque no creí que la cosa fuese tan grave, lo cierto es que por no oír el consejo sufrimos las consecuencias, no solo yo sino también mi esposa, que estaba conmigo en ese momento, espero que vos no hagas lo mismo y que luego de escuchar esta charla, este consejo puedas hacer los ajustes necesarios y determines caminar junto a Dios cada día de tu vida, oyendo su voz, obedeciendo sus mandamientos para que no solo vos sino también tu filia. , Y los que ocupan un lugar en tu corazón sean alcanzados por la bendición y por todo lo bueno de Dios.
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4.13) Un ejecutivo con gran responsabilidad se encontraba en una interminable sucesión de problemas. Estaba agotado de solucionar un inconveniente tras otro. De pronto surge otro problema realmente serio. Levanto el teléfono y llamo a uno de los directores, un hombre de negocios de gran renombre. Cuando este hombre respondió a la llamada, el ejecutivo le dijo “tengo un problema”, para su sorpresa la respuesta le llego en un tono alegre diciendo “ ¡Felicitaciones! ” “Pero, ¿usted no entiende?” le dijo el ejecutivo un poco aturdido…” ¡ Este es un problema muy duro! ” La respuesta volvió inmediatamente en la misma voz alegre del principio…”Bueno, entonces ¡doble felicitaciones! Después de esta respuesta explico “querido amigo, he descubierto a través de los años de experiencia, que Dios solo le da problemas “grandes” a gente “grande”. El confía la solución de los problemas difíciles a aquellas personas que Él cree que s...

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