“El que perdona la ofensa cultiva el amor;
El que insiste en la ofensa divide a los amigos”. (Proverbios 17.9)
Cuando un grupo de amigos, una pareja, una familia, o una comunidad practican la reconciliación y el perdón en su trato diario, corrientes de bendición fluyen trayendo a ese ambiente paz, gozo, y seguridad. Los que tienen la posibilidad de habitar aquí, disfrutan de un verdadero paraíso.
Por el contrario, las personas que guardan rencor odio y amargura hacia los demás, que solo están pensando en el daño recibido y en el modo de vengarse, crean a su alrededor un contexto oscuro y hostil, junto a ellos se respira y se cierne un ambiente infernal.
Es difícil reconciliarse con alguien que nos ha humillado y ofendido injustamente. O apaciguar nuestros ánimos con aquel que ha arruinado nuestra reputación o ha lastimado a nuestra familia. A veces es tanta la opresión y dolor que sentimos que no podemos dormir por la noche pensando en el ofensor y en el daño que nos ha hecho. Jesús es misericordioso y entiende lo que es ser tratado injustamente, traicionado y olvidado. Si, nadie comprende esto más que Jesús, es por ello que él se identifica con nuestras debilidades. Si acudimos a él, nos proporcionara la ayuda necesaria para cada situación. “Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados” (Hebreos 2.18)
Solo Jesús te capacita y te brinda el poder para perdonar. Si has sido lastimado, perdona, y como nos enseña el pasaje de hoy, no insistas en la ofensa. No tiene sentido encadenar tu felicidad, por una situación presente o del pasado. Tú puedes traer a tu ambiente ríos de paz y bendición si solo decides amar y perdonar. Encomienda la injusticia, el maltrato o la ofensa al Señor. Deja que el haga justicia. Cultiva en tu entorno la paz y el amor que solo se disfruta a través del perdón. Oremos así: Padre celestial, sé que la faltad de perdón es un pecado que me separa de mis semejantes y también de ti. Quiero ser libre del rencor. Por eso recibo de ti el poder para perdonar a quienes me han hecho mal. Bendícelos Señor, y glorifícate en mi vida, trayendo a mi vida y mi entorno ríos de paz, armonía y bendición. Lo pido en el nombre de Jesús… amen.
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4.13) Un ejecutivo con gran responsabilidad se encontraba en una interminable sucesión de problemas. Estaba agotado de solucionar un inconveniente tras otro. De pronto surge otro problema realmente serio. Levanto el teléfono y llamo a uno de los directores, un hombre de negocios de gran renombre. Cuando este hombre respondió a la llamada, el ejecutivo le dijo “tengo un problema”, para su sorpresa la respuesta le llego en un tono alegre diciendo “ ¡Felicitaciones! ” “Pero, ¿usted no entiende?” le dijo el ejecutivo un poco aturdido…” ¡ Este es un problema muy duro! ” La respuesta volvió inmediatamente en la misma voz alegre del principio…”Bueno, entonces ¡doble felicitaciones! Después de esta respuesta explico “querido amigo, he descubierto a través de los años de experiencia, que Dios solo le da problemas “grandes” a gente “grande”. El confía la solución de los problemas difíciles a aquellas personas que Él cree que s...
Juan capítulo 14 verso 27 dice "La paz os dejo mi paz os doy yo no os la doy como el mundo la da." Esta afirmación de Jesús está expresando que él nos legó su paz Jesús nos dejó su paz, esto significa amigos queridos que vivir en un estado de confusión, preocupación, ansiedad, temor, frustración, es anormal para un creyente, mira Dios no desea que vivamos de esa manera la Biblia nos muestra cómo recibir y Vivir la paz que Jesús dejó para nosotros Como creyentes tenemos una formidable cantidad de promesas de Dios sobre nosotros Tenemos la protección de Dios sobre nosotros y también a nuestro alrededor Por ejemplo vemos el salmo 91 que nos enseña eso Dios quiere bendecirnos abundantemente y siempre está buscando maneras de hacerlo de tocarnos con su amor para que estemos más abiertos a recibir su sus bendiciones pero nuestra salvación, como cristianos no nos garantiza una vida libre de preocupaciones Seguiremos encontrando problemas dificultades y cada uno de nosot...
En este video explicaremos la mirada de Dios hacia nosotros que lo recibimos. SU mirada nos reconoce y nos ama aunque seamos pecadores, pues es la mirada de Dios nos ve a traves de JESUCRISTO. La mirada de Dios nos llama a ser misericordiosos con nuestro prójimo, valorarnos y tener identidad e interiorizar que somos dignos de su amor.
Comentarios
Publicar un comentario