¿A quién no le gusta sentirse aceptado por su grupo de amigos, familiares, o equipo? Ciertamente, es una sensación desagradable sentirse excluido por alguien o por algún grupo.
¿Crees que el Señor disfruta estar contigo?
¿Piensas que eres agradable delante de su presencia?
Si has recibido a Jesús como tu salvador personal, la
respuesta es sí.
Dios no está enojado contigo. Su amor por ti es eterno.
Romanos 8:35-38-39 ¿Quién nos separará del amor de Cristo?
¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o
espada?
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte,
ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo
por venir,
39 ni lo
alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de
Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Nada podrá separarnos de su amor.
Es interesante que este concepto del amor de
Dios hacia nosotros parezca extraño, y es porque el amor humano y que conocemos todos, siempre
se encuentra restringido por condiciones.
Este amor de Dios hacia nosotros también
demando ciertas condiciones pero ellas fueron cumplidas en el sacrificio y en
la obra de Jesús en la cruz.
Que difícil resulta comprender que ya no hay
condenación para aquellos que estamos en Cristo Jesús.
La razón se basa en el hecho de que no
comprendemos a plenitud el alcance del perdón de Dios.
Decimos que somos perdonados pero en nuestro
corazón no estamos completamente convencidos de ello, es como si hubiera una
nube negra que nos separa de Dios.
Dios tenía razones de peso como para rechazarnos y no aceptarnos en Su presencia. La Biblia dice en Romanos 3:23-24 ..." por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús"
En el calvario se solucionó cada razón por la
que Dios estaba enojado con nosotros. Una vez que estas en Cristo eres separado
de la culpa y la condenación. Hoy puedes disfrutar de amor y aceptación por
medio de la cruz.
“Propiciación”.
1. f. Rel. Acción agradable a Dios con que se le mueve a piedad y misericordia.
2. f. Rel. Sacrificio que se ofrecía en la ley antigua para aplacar la justicia divina y
tener a Dios propicio.
Esta palabra significa que
toda la ira de Dios por el pecado de este mundo fue derramada sobre Jesús y
satisfecha en la cruz. Y por ello se muestra misricordioso y piadoso hacia
nosotros. podriamos decir dice que la
propiciación es “el corazón del evangelio”, y que es la llave para comprender
la Biblia en general.
3 Tal vez te preguntas ¿Por qué me siento tan condenado? ¿Por qué
no me siento perdonado? Posiblemente porque no has decidido creer lo que Dios
dijo y permites que tus emociones dirijan tu vida.
Que tu guía sea la palabra de Dios y no tus emociones.
Renueva tu mente con esta preciosa verdad “ninguna condenación hay
para los que están en Cristo Jesús”
Oremos así:
Gracias Padre celestial por desear tener una relación tan intensa
y cercana conmigo que has decido quitar todo obstáculo entre nosotros. Decido
aceptar por fe la verdad de no estar condenado. Gracias por que me amas y me
inundas de ese amor para que yo pueda compartirlo con otros. Nada me podrá
separar de tu amor. Amen.

Comentarios
Publicar un comentario