Hermanos, no digo que yo mismo ya lo haya alcanzado; lo que sí hago es olvidarme de lo que queda atrás y esforzarme por alcanzar lo que está delante.( Filip 3:13)
Si no sueltas el pasado nunca podrás abrazar el futuro
Que fácil resulta enfocarnos en el pasado.
Cuando ya hemos vivido algunos años y hemos pasado por diferentes experiencias dolorosas, los recuerdos pueden afectar nuestro futuro.
Tal vez te persigue el dolor por la pérdida de un hijo o un hermano cuando aún eras pequeño.
Te persigue la experiencia frustrante y dolorosa de un matrimonio destruido, un negocio que fracaso o la imposibilidad de volver hacia atrás y recuperar los años perdidos a través de malas decisiones.
Posiblemente eres acorralado por sentimientos de frustración y amargura a causa del daño recibido.
Lo cierto es que mirar hacia atrás no te conviene. Jesús enseño en Lucas 9:62 “El que pone la mano en el arado y luego mira atrás no es apto para el reino de Dios.”
En el reino de Dios solo hay una opción y es avanzar para conquistar todo lo que Dios tiene reservado para nosotros.
Lo que hay en nuestro futuro siempre es mejor si rendimos nuestra vida a Jesús.
Aprende de las experiencias del pasado para caminar en el presente con madurez, persiguiendo un futuro exitoso tomado de la mano del Señor.
Todo lo que te lleve hacia atrás, déjalo, solo hay un camino que debes recorrer y es siempre hacia adelante.
Tampoco sentirnos cómodos con las cosas buenas que ya hemos logrado u obtenido debería ser la característica de un hijo de Dios.
Según el versículo de hoy, Pablo habiendo logrado cosas importantes en su vida, deseaba seguir avanzando, esforzándose por alcanzar el premio completo.
Decide dejar atrás el pasado y prepárate para lo nuevo de Dios. Cuando miras con fe y expectativa el presente y el futuro, estas preparándote para recibir la abundancia de Dios. Suelta el pasado, el fracaso, el rencor No te aferres más al dolor y la amargura. Suelta a quienes te dañaron a través del Perdón. No te condenes más por haber fracasado. Abraza con pasión este nuevo tiempo que Dios te permite disfrutar. Dios hará algo nuevo y poderoso en ti hoy.
Oremos juntos así para enfocarnos en un futuro de gloria y soltar el pasado
Padre celestial, mi corazón te alaba y bendice a causa de tu voluntad perfecta , buena y agradable para mi vida,
Tus pensamientos para mi vida son de paz y no de mal, por tanto comprendiendo que viniste a darme vida y vida en abundancia, renuncio en palabras, pensamientos y meditaciones de mi corazón, a un pasado lleno de dolor y fracaso
Padre Celestial, perdono a cualquiera que alguna vez me haya hecho daño o me haya lastimado, que ha hablado mal de mí, me haya mentido o haya tratado de dañar de cualquier manera.
Lo bendigo en el Nombre de Jesucristo. como enseña Lucas 6:28
Que dice: "Bendigan a quienes los maldicen. Oren por aquellos que los lastiman."
Padre celestial, te pido que me perdones por cualquier falta de perdón, amargura, ira, conflicto, animosidad y resentimiento que pueda tener en mi corazón hacia alguien en este momento, en el nombre de Jesús
Dejo atrás el rencor, la amargura y perdono a quienes me hirieron. Decido hoy por voluntad propia perdonar y soltar a quien me hayan dañado o agraviado. Y te pido perdón si yo también he hecho daño a personas, amigos, familiares, cónyuge, hijos o vecinos
Me extiendo y me esfuerzo para conectarme con mi propósito Divino. Quiero servirte de acuerdo al plan que tienes para mí en tu reino.
Muéstrame como lo hiciste con el apóstol Pablo, como ser útil para tu reino, sé que no podré ser efectivo mirando hacia atrás, ayúdame a mirar hacia adelante y mirar a Cristo, a seguir la dirección del Espíritu Santo quien me dirige a toda verdad.
Quiero caminar en tu luz, en gozo, paz y victoria. Muéstrame cómo vivir una vida de constante alabanza a Ti. Que cada acto y decisión a partir de hoy me ayude a avanzar y lleve gloria a tu nombre
Pido, creo y declaro todo esto en el nombre de Jesús, amén.
(Mario Serrano)
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